martes, 16 de mayo de 2017

Agentes ayudaron a una anciana de 96 años desorientada

Subió a un taxi en la Urb. Santo Dominguito y pidió “una carrerita al Callao”.


Una anciana de 96 años de edad, que aparentemente se había desorientado, ya que subió a un taxi en la urbanización Santo Dominguito y le pidió al chofer que la lleve al Callao, ha sido auxiliada por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, quienes, después de ubicar la vivienda familiar, con el apoyo de los vecinos, la han conducido al referido inmueble y la han devuelto a su hermana, de 80 años, quien ha agradecido a los uniformados ediles por la ayuda proporcionada.
La atención ha sucedido en torno a las ocho y media de la mañana de este martes, en la intersección de la avenida América Sur y la calle Zela, en la jurisdicción del barrio Chicago, en circunstancias del servicio de patrullaje preventivo que efectuaban los agentes por la zona, a pie y a bordo de un patrullero de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Trujillo.
Según se ha podido conocer, cuando los agentes se desplazaban por el mencionado lugar fueron abordados por un taxista, que se identificó como Vicente Bayona Ortiz (28), conductor del automóvil Nissan, de color amarillo, con placa de rodaje T1Z-604, de la empresa de taxis Turismo, quien manifestó que momentos antes, cuando circulaba por el parque Alexander von Humboldt, de la urbanización Santo Dominguito, subió a su unidad móvil una anciana, quien metros más adelante le pidió que le haga “una carrerita al Callao”, sin embargo, este, pensando que se trataba de una broma, repreguntó a la mujer por el lugar de destino y esta le indicó que la lleve a la avenida Venezuela, en el Callao, por lo que no sabía qué hacer.

De inmediato, los agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, el taxista y su pasajera se han dirigido al parque Humboldt, donde han preguntado a los vecinos si conocían a la anciana, consiguiendo que uno de ellos señalara la vivienda familiar, ubicada en la calle Miguel Ángel 486, a donde se han dirigido y la han devuelto a su hermana, Celinda Correa Domínguez (80), quien ha manifestado que su pariente se llama Grimanesa Correa Domínguez (96), que en un descuido abrió la puerta y salió, sin que nadie lo notara, tras lo cual agradeció a los uniformados ediles por la ayuda proporcionada.

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