Subió a un taxi en
la Urb. Santo Dominguito y pidió “una carrerita al Callao”.
Una anciana de 96 años de edad, que aparentemente se había desorientado, ya que subió a un taxi en la urbanización Santo Dominguito y le pidió al chofer que la lleve al Callao, ha sido auxiliada por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, quienes, después de ubicar la vivienda familiar, con el apoyo de los vecinos, la han conducido al referido inmueble y la han devuelto a su hermana, de 80 años, quien ha agradecido a los uniformados ediles por la ayuda proporcionada.
La atención ha
sucedido en torno a las ocho y media de la mañana de este martes, en la
intersección de la avenida América Sur y la calle Zela, en la jurisdicción del
barrio Chicago, en circunstancias del servicio de patrullaje preventivo que
efectuaban los agentes por la zona, a pie y a bordo de un patrullero de
Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Trujillo.
Según se ha podido
conocer, cuando los agentes se desplazaban por el mencionado lugar fueron
abordados por un taxista, que se identificó como Vicente Bayona Ortiz (28),
conductor del automóvil Nissan, de color amarillo, con placa de rodaje T1Z-604,
de la empresa de taxis Turismo, quien manifestó que momentos antes, cuando
circulaba por el parque Alexander von Humboldt, de la urbanización Santo
Dominguito, subió a su unidad móvil una anciana, quien metros más adelante le
pidió que le haga “una carrerita al Callao”, sin embargo, este, pensando que se
trataba de una broma, repreguntó a la mujer por el lugar de destino y esta le
indicó que la lleve a la avenida Venezuela, en el Callao, por lo que no sabía
qué hacer.
De inmediato, los
agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, el taxista y su pasajera se han
dirigido al parque Humboldt, donde han preguntado a los vecinos si conocían a
la anciana, consiguiendo que uno de ellos señalara la vivienda familiar,
ubicada en la calle Miguel Ángel 486, a donde se han dirigido y la han devuelto
a su hermana, Celinda Correa Domínguez (80), quien ha manifestado que su
pariente se llama Grimanesa Correa Domínguez (96), que en un descuido abrió la
puerta y salió, sin que nadie lo notara, tras lo cual agradeció a los
uniformados ediles por la ayuda proporcionada.
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