•César Campaña Aleman, gerente de Seguridad Ciudadana de la MPT, dio último adiós a agente Rodolfo Alzamora, durante homenaje póstumo en el Palacio Municipal
•Te preparaste para ser el primero y entregaste tu vida en defensa de la sociedad trujillana
Era poco más de las siete de la noche y entró una llamada a mi teléfono móvil: ¡Han asesinado a “Jackie Chan, al 276”, me dijo un colaborador, aun sin reponerse de la infausta noticia. ¿Cómo?, pregunté, con sorpresa y aun incrédulo. “Ha sido en el mercado La Hermelinda, ha venido un sujeto por detrás y le ha disparado en la cabeza”, me respondió, con lo cual prácticamente me confirmó la caída de uno de los mejores agentes de seguridad ciudadana de Trujillo.
De inmediato vinieron a mi mente los recuerdos de Rodolfo en el trabajo. “Yo voy a ser el primero de seguridad ciudadana”, me dijo una vez, con la seguridad de que algún día lo lograría. Lo dijo en serio y con esa firmeza que lo caracterizaba cuando estaba de servicio o asumía nuevos retos.
En ese tránsito de superación personal, participó en cuanto curso de capacitación se ofreció para los agentes, y cuando por algún motivo no alcanzó una vacante, no dudó en ir a la oficina de la Gerencia de Seguridad Ciudadana. “Jefe, yo pues, quiero participar, anóteme en el curso”, me decía. Y lo atendía, con mucho agrado. Cómo dejar de lado en estos cursos de capacitación, a un agente que siempre andaba pendiente del trabajo y buscando nuevas oportunidades para poner en práctica su vocación de servicio.
“Jefe, cuando haya un operativo, páseme la voz, jefe, yo quiero ir, pero que sea cosa seria, jefe”, fue una frase que me la hizo escuchar innumerables veces. Luego, cuando formamos un grupo al que denominamos Delta, para intervenciones especiales, integrado por agentes que se comprometieron a trabajar después de su horario habitual de labores, él fue uno de los primeros en estar allí.
Su identificación con el servicio a la comunidad y con la Municipalidad de Trujillo, su pasión por la seguridad ciudadana y su proactividad en el trabajo, son méritos ejemplares y dignos de destacar. Todos los que estamos involucrados en esta tarea lo conocemos.
En un intento por no exagerar al resaltar los méritos de Rodolfo, he revisado su file que tiene en nuestra oficina y esto me ha confirmado lo dicho. Más de media docena de cartas de felicitación por diversas acciones destacadas, entre ellas persecución y captura de delincuentes, tiene en su carpeta, además de otros documentos en donde se reconoce su valía.
Por eso, quiero decirte mi querido compañero de trabajo y amigo; mi estimado “Jackie Chan”, como te conocemos, ¡Cómo no seguir tu ejemplo!, ¡Cómo no extrañarte!, si sencillamente nos enseñaste tanto, y las cualidades y virtudes con las que te rodeaste nos hicieron admirarte y sentir orgullo de ser parte del equipo de seguridad ciudadana de Trujillo.
¡Descansa en paz, mi querido Rodolfo! Que Dios te tenga en su gloria.
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