Dos hermanos de 22 y 11 años de edad, que habían sufrido lesiones y contusiones moderadas tras la colisión del automóvil en el que circulaban y una combi del servicio de transporte de pasajeros, han sido socorridos por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo y del grupo Intervenciones Rápidas Municipales (IRAM), quienes, después de proporcionarles primeros auxilios, los han conducido en un patrullero municipal a una clínica, para las atenciones médicas necesarias.
El accidente ha ocurrido en torno a las
siete y media de la mañana de este viernes, en la confluencia de la avenida
Prolongación José María Eguren y la Carretera Industrial, en la jurisdicción de
la urbanización Villa de Contadores, entre la combi marca Toyota, de colores
blanco y azul, con placa de rodaje T6A-954, de la Empresa de Transportes
Caballito de Totora, que cubre la ruta Huanchaco-Trujillo, conducida por Dionicio
Burgos Gonzáles (48), y el automóvil Chevrolet, de color plomo, con placa de
rodaje T4Q-433, conducido por Piers Anthony Castro Rabines (22), que iba
acompañado de su hermano Gerald Acosta Rabines (11), el mismo que quedó
atravesado en la pista, recostado sobre su techo y con los neumáticos hacia
arriba.
Los agentes que efectuaban el servicio de
patrullaje preventivo por la zona, en dos patrulleros de Seguridad Ciudadana de
la Municipalidad Provincial de Trujillo, han acudido de inmediato a la escena,
alertados por sus colegas de la central de emergencias, para proporcionar
primeros auxilios a los hermanos, que permanecían a un costado de la vía, con
lesiones y contusiones múltiples, tras lo cual han acordonado el área y han
procedido a controlar el tránsito vehicular.
Luego de atender con diligencia a los
accidentados, los agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo los han conducido
en un patrullero municipal a la Clínica San Antonio, donde el médico de los
servicios de emergencia, Javier Vergara, ha diagnosticado al conductor del
automóvil traumatismo en mano y a su hermano traumatismo en codo, ordenando que
permanezcan en observación, quedando acompañados de su madre, Erika Rabines
Cueva (41), quien ha agradecido a los uniformados ediles por la ayuda prestada,
en tanto que efectivos policiales que acudieron al lugar alertados por los agentes
se han hecho cargo del caso.
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