Retirados más de 35 menores de fiesta semáforo en discoteca bar Rumba

Niños consumían bebidas alcohólicas y huyeron al notar la presencia de los agentes.

Más de 35 menores de edad, entre hombres y mujeres, que participaban en una fiesta semáforo en el interior de la discoteca bar Rumba, donde consumían bebidas alcohólicas y otras sustancias tóxicas a discreción, han sido retirados por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo y del grupo Intervenciones Rápidas Municipales (IRAM), quienes han persuadido al administrador del negocio y lo han convencido de que lo que hacía estaba mal, tras lo cual este ha ordenado dar por finalizada la actividad bailable.

La intervención ha sucedido sobre las cuatro de la tarde de este domingo, en la discoteca bar Rumba, situada en la avenida Prolongación César Vallejo 2557, frente al centro recreacional municipal, en la jurisdicción de la urbanización La Rinconada, en circunstancias del servicio de patrullaje preventivo que efectuaban los agentes por la zona, a bordo de dos patrulleros de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Trujillo.

Momentos antes, los agentes habían sido alertados por sus colegas de la central de emergencias sobre la presencia de una gran cantidad de menores de edad que estaban consumiendo bebidas alcohólicas y sustancias tóxicas sin control en el interior de la discoteca bar Rumba, que, además, estaba afectando a la población con ruidos molestos y nocivos para la salud, según denunciaron los vecinos, a través de la línea telefónica 484242.

Ya en el lugar, los agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo han constatado la presencia de los menores, quienes, al ver a los uniformados ediles, han escapado a la carrera por un pasaje que conduce a una piscina ubicada al costado de la discoteca, donde han conseguido confundirse con los usuarios de este recinto y, posteriormente, se han alejado de la escena.

Finalmente, los agentes, luego de verificar la existencia de botellas de cerveza y ron en el interior del local, han dialogado con el administrador del negocio, que ha manifestado llamarse Carlos Diestra, logrando persuadido y convencerlo de que lo que hacía estaba mal, tras lo cual este, en una acertada decisión, ha ordenado dar por finalizada la actividad bailable.