•Durante operativo inopinado en el centro
histórico, Jorge Chávez y El Molino.
•Locales de internet permitían presencia
de escolares y acceso a páginas para adultos.
Otros tres locales de alquiler de cabinas de internet y un bar, que no reunían las condiciones mínimas de seguridad para los clientes e incumplían las normas ediles, han sido clausurados temporalmente y multados por la Municipalidad Provincial de Trujillo, durante un operativo inopinado llevado a cabo a través de la Gerencia de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil y de la Subgerencia de Licencias y Comercialización.
El despliegue municipal se ha realizado
desde las cinco de la tarde de este viernes, con la participación de
fiscalizadores de las subgerencias de Defensa Civil y de Licencias y
Comercialización, así como agentes ediles al mando del gerente de Seguridad
Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, David
Figueroa Armas, y del subgerente de Seguridad Ciudadana, Fernando Armas Mejía.
Los negocios fiscalizados han sido dos
locales de alquiler de cabinas de internet ubicados en al centro histórico de
la ciudad y uno en la urbanización El Molino, así como un bar de la
urbanización Jorge Chávez, los que han sido clausurados por treinta días, plazo
en el que deben adecuarse a las disposiciones municipales y levantar las
observaciones.
Uno de los locales de alquiler de cabinas
de internet está ubicado en el jirón Francisco Pizarro 882, administrado por
Erick Ríos Malqui, en donde se constató que funcionaba sin contar con el
certificado de defensa civil y se encontró computadoras sin filtro
antipornografía que eran utilizadas por un buen número de adolescentes que accedían
fácilmente y sin control a páginas con contenido para adultos.
Otro negocio de cabinas de internet está
situado en el jirón Francisco Pizarro 963, de propiedad de Roger Campos Sedano,
que atendía sin tener el certificado de defensa civil y había cometido
diferentes infracciones a las normas municipales.
El tercer local de alquiler de cabinas de
internet está localizado en la calle Rímac 137, en la urbanización El Molino,
administrado por Edwin Richard Paredes Sebastián, que carecía del certificado
de defensa civil, infringía las disposiciones ediles y permitía la presencia de
escolares en sus instalaciones.
Finalmente, el restaurante ubicado en la
calle Jorge Chávez 379, en la jurisdicción de la urbanización del mismo nombre,
administrado por Carolina Denisse Urbina Cadenillas, tampoco tenía certificado
de defensa civil y atendía en una dirección distinta a la registrada en la
licencia de funcionamiento.
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