Sofocado un incendio en una vivienda abandonada

El predio es una guarida de drogadictos, según denunciaron los vecinos.

Un incendio declarado en el cuarto de una vivienda abandonada, que sirve de guarida de drogadictos, según denunciaron los vecinos, ha sido sofocado por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo y voluntarios de los bomberos, quienes, luego de inspeccionar las instalaciones afectadas, han constatado que los daños solo han sido materiales.

De acuerdo a un informe dirigido al gerente de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, David Figueroa Armas, el fuego se ha producido minutos después de las nueve de la noche de este lunes, en un inmueble de la octava cuadra de la calle Túpac Yupanqui, por las inmediaciones de la pollería Rokys, en la jurisdicción de la urbanización Santa María.

En el documento, los agentes explican que cuando efectuaban el servicio de vigilancia preventiva por la zona cuatro de la ciudad, a bordo de un patrullero de Seguridad Ciudadana de Trujillo, fueron alertados por los vecinos sobre un incendio que se había producido en el interior de la mencionada vivienda.

Agregan que de inmediato han acudido al predio y han observado que las llamas consumían colchones, cartones, papeles, enseres y otros objetos, por lo que han procedido a llamar a los voluntarios de los bomberos, a través de la central de emergencia de Seguridad Ciudadana de Trujillo.

Los agentes indican que en cuestión de pocos minutos han llegado los socorristas, han puesto en funcionamiento sus equipos y han procedido a extinguir el fuego, tras lo cual han efectuado una evaluación de daños, comprobando que lo que se había quemado era colchones viejos, cartones y papeles donde dormían algunas personas, así como enseres y otros objetos de poco valor que al parecer habían sido recogidos de la calle.

El reporte de los agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo anota que según comentaron los moradores, el predio estaba abandonado desde hace varios meses, pero que diariamente veían a poco más de quince sujetos extraños que ingresaban para consumir sustancias tóxicas, tras lo cual salían a la calle para robar a los transeúntes.