Agentes de Seguridad Ciudadana de
Trujillo los ubicaron y llevaron a sus domicilios
Dos ancianos de 99 y 88 años de edad y un niño de apenas 03 años, que se habían extraviados en diferentes circunstancias, han sido ubicados en las últimas horas por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo y devueltos a sus familias, en aparente buen estado de salud, previa suscripción de sendas actas de entrega.
Se trata de Ángel Campoverde Abanto
(99), José Verástegui Terán (88) y A.F.O.G. (03), quienes fueron ubicados en
distintos lugares de la ciudad por los agentes ediles mientras realizaban su
servicio de patrullaje preventivo.
Según un informe dirigido al gerente de
Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo,
David Figueroa Armas, el anciano Ángel Campoverde fue ubicado en horas de la
mañana, caminando completamente solo por las inmediaciones de la segunda cuadra
de la calle Marcelo Corne, en la urbanización San Andrés, primera etapa.
Estaba en aparente buen estado de salud
y solo dio indicios de la ubicación de su vivienda, a la que acudieron los
agentes ediles y lo entregaron a su nuera, Lucrecia García Alvarado, a quien le
recomendaron tener cuidado y ejercer un estricto control a fin de evitar que su
pariente sufra percances similares que pongan en peligro su integridad física y
salud.
Otro reporte edil indica que alrededor
del mediodía, agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo localizaron a José
Verástegui sentado sobre la vereda en la intersección de las avenidas César
Vallejo y América Este, jurisdicción de la urbanización Rázuri. Al parecer, se
había tropezado y sufrido un golpe en la cabeza, quedando aturdido y
desorientado.
Los uniformados examinaron al
octogenario y al constatar que no había sufrido daños de consideración, lo
llevaron a su vivienda ubicada en la calle Ignacio Merino 716, urbanización
Palermo, donde lo entregaron a su hijo Arnaldo Verástegui Rojas (58).
“Agradezco a los agentes de Seguridad
Ciudadana que apoyaron a mi padre, conduciéndolo a mi domicilio, denotando
mucha sensibilidad humana”, escribió el hijo del anciano al momento de firmar
el acta de entrega.
Finalmente, un sucinto informe municipal
da cuenta de la localización del menor A.F.O.G., cuando andaba distraído por la
calle, el mismo que fue devuelto a su padre, Walter Olivos Zavaleta,
domiciliado en la calle Francisco de Zela 384, barrio Chicago, quien de manera
descortés se negó a suscribir el acta de entrega correspondiente.
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