viernes, 5 de diciembre de 2014

Proyecto DIPECHO, del PNUD, podría replicarse en toda la región La Libertad

Labor de prevención realizada en los últimos 4 años en Trujillo, logró reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de resiliencia de la población, explicó el gerente de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil, César Florez Corbera.



El proyecto “Preparación y reducción de multirriesgos de desastres – Plan de Acción DIPECHO 2013-2014”, ejecutado por la Municipalidad Provincial de Trujillo y el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que en los últimos cuatro años ha tenido muy buenos resultados, logrando reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de resiliencia de la población trujillana, podría replicarse en las doce provincias de la región La Libertad, en los próximos dos años, de prosperar las recomendaciones favorables que hará la evaluadora del mencionado organismo internacional, Nana Gribdaze.
La consultora del PNUD llegó a Trujillo exclusivamente para evaluar el proyecto y constatar el impacto que este ha tenido en la población, para lo cual sostuvo una reunión informativa con el gerente de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la comuna provincial, César Florez Corbera, así como con los funcionarios de Defensa Civil de Huanchaco, Moche y Salaverry, distritos que también han trabajado en este proyecto.
En la cita, realizada en el auditorio del Centro de Operaciones de Emergencia Provincial (COEP) de Trujillo, Florez Corbera ofreció un informe detallado y convincente de toda la labor realizada en los últimos dos años por la Gerencia de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo, para preparar a la población a responder adecuadamente ante situaciones de emergencia o desastres.
Explicó que para alcanzar estos resultados se han tenido que efectuar un sinnúmero de actividades con la población, mencionando entre ellas jornadas de capacitación, simulacros de sismo y tsunami, inspecciones, evaluaciones, reuniones de coordinación, planes de contingencia, convenios con empresas, diplomados con universidades, monitoreo de oleajes anómalos, estimación de riesgos, temas de cambio climático, simulacros inopinados de sismo en colegios, con respuestas alentadoras, como el realizado hace pocos días en el CEBE Tulio Herrera León.
Florez Corbera complementó su intervención reiterando el pedido que hiciera hace poco más de un mes a otra representante del PNUD, sobre la necesidad de que el organismo internacional continúe trabajando en Trujillo para darle sostenibilidad a todas las actividades que ya se han realizado, con lo que se garantizaría su continuidad.
Después, entre algunas recomendaciones, dijo que se debe fortalecer las capacidades de las personas que trabajan en las oficinas de gestión del riesgo y defensa civil de los gobiernos locales, para que se puedan ejecutar todos los planes de trabajo que elaboran, medida que se tiene que hacer extensiva a los integrantes de los grupos de trabajo de la gestión del riesgo de desastres y de las plataformas de defensa civil.
Añadió que también se debe asignar personal capacitado en la elaboración de proyectos de gestión del riesgo de desastres, porque de esa manera se va a poder acceder a los financiamientos, y que el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED) tenga representatividad en las regiones ya que hasta ahora las coordinaciones solo las hace desde gabinete.
A su turno, la representante del PNUD, Nana Gribdaze, indicó que había tomado nota de todas las explicaciones de los funcionarios de defensa civil y que en los próximos días presentará sus recomendaciones, las que serían consideradas en una nueva propuesta para que el proyecto DIPECHO se ejecute en el ámbito regional de La Libertad.
“Es un placer venir y ver que Trujillo sigue empujando la locomotora de este proyecto; por mi parte, voy a hacer todas las recomendaciones necesarias para que DIPECHO pueda continuar y espero que tengamos buenos resultados”, concluyó la consultora del PNUD.

El proyecto DIPECHO tuvo una primera fase de ejecución entre los años 2011-2012, al término de la cual Nana Gribdaze llegó a Trujillo, al igual que ahora, para evaluar el trabajo realizado; gracias a sus recomendaciones de aquella vez, es que el PNUD tomó la decisión de continuar con el proyecto durante el periodo 2013-2014, el mismo que culmina este mes.

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