Luego de ayudarlo
a recuperarse, lo han conducido en un patrullero edil a su domicilio.
Un hombre de 48 años de edad, que había sufrido una crisis epiléptica cuando retornaba a su casa en un microbús, ha sido socorrido por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, voluntarios de los bomberos y un médico internista que iba como pasajero en la misma unidad móvil, quienes, luego de proporcionarle primeros auxilios y ayudarlo a recuperarse, lo han conducido en un patrullero edil a su vivienda, situada en el distrito Víctor Larco, y lo han devuelto a su esposa, previa firma de un acta de entrega, tras lo cual esta ha agradecido a los uniformados ediles y socorristas por la ayuda proporcionada.
El percance ha
sucedido sobre las cuatro de la tarde de este martes, en el interior de un
microbús de la Empresa de Transportes Nuevo California, con placa de rodaje
V6P-853, que circulaba por la cuadra once de la avenida Víctor Larco, por las
inmediaciones del óvalo, en la jurisdicción de la urbanización Los Pinos, en
circunstancias que Segundo Alejandro Orderique Astudillo (48) retornaba a su
vivienda, situada en el distrito Víctor Larco Herrera, cuando de pronto sufrió
una crisis epiléptica que lo hizo desplomarse.
Los agentes que
efectuaban el servicio de patrullaje preventivo por la zona, a bordo de un
patrullero de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial de Trujillo,
han acudido de inmediato a la escena, alertados por los pasajeros del microbús,
para proporcionar primeros auxilios al hombre, que permanecía en el piso, aún
con convulsiones, tras lo cual han gestionado la presencia de los voluntarios
de los bomberos.
A los pocos
minutos han llegado los socorristas, quienes, luego de complementar la atención
proporcionada por los uniformados ediles y un médico internista que viajaba en
la misma unidad móvil, de nombre Valentín Rodríguez, lo han ayudado a
recuperarse, tras lo cual los agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo han
procedido a trasladarlo en el patrullero edil a su domicilio, ubicado en la
calle Mariscal Nieto 900, Buenos Aires, donde lo han devuelto a su esposa, Rocío
Alfaro Gutiérrez (42), previa suscripción de un acta de entrega, quien ha
agradecido por la ayuda proporcionada.
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